Lávate las manos

Lavarse las manos es una de las acciones más efectivas e importantes para detener la propagación del virus. Según expertos, alrededor del 80% de las enfermedades infecciosas se transmiten por medio del contacto habitual de las manos. Los gérmenes del resfriado pueden sobrevivir en tus manos por bastante tiempo y si te tallas los ojos o te las llevas a la boca, es muy fácil contagiarse.

Cubre tu nariz y boca

Es muy común que se enseñe a cubrirse la boca y la nariz al momento de estornudar o toser. Sin embargo, la verdad es que este habito no es muy efectivo. La mejor manera de evitar la propagación de los gérmenes es utilizar una parte de nuestra prenda o algún pañuelo.

Desinféctate

Los gérmenes pueden sobrevivir por muchas horas fuera del cuerpo, es por eso que es buena idea desinfectar las mesas, los controles remotos y los juguetes de los niños. Utiliza algún producto para desinfectar que no sea tóxico o hazlo tu mismo. Es muy fácil solamente agrega un poco de blanqueador en agua tibia.

Cuida tu cuerpo

Una buena alimentación, dormir lo suficiente, reducir el estrés y en general mantener un estilo de vida saludable, ayuda muchísimo a prevenir los resfriados.

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