Entonces, ¿a dónde vas? Probablemente estés pensando en poner una cita con un dermatólogo pediátrico, el médico que trata las condiciones de la piel en niños desde el nacimiento hasta la adolescencia. Y es que los niños experimentan muchos de los mismos problemas de piel que los adultos, pero ciertas condiciones son más comunes en los más jóvenes.
Los dermatólogos pediátricos están capacitados para lidiar con las necesidades especiales de los niños y ayudarles a sentirse mas cómodos mientras los examinan y los tratan. Sus salas de espera, de exámenes y equipos médicos son aptos para niños, con televisores, juguetes, libros, etc.
Además, debido a que los niños no siempre pueden responder preguntas médicas o decir lo que les molesta durante un examen, un dermatólogo pediátrico está capacitado para averiguar lo qué le está pasando. Puede ofrecer a los padres sobre opciones de tratamiento y con los niños que son mayores, puede instruirlos sobre cómo tratar con la condición.
¿Cuándo consultar a un dermatólogo pediátrico? Cuando acudimos al dermatólogo pediátrico podemos esperar a que nos ofrezcan los siguientes servicios.
• Diagnóstico de enfermedades de la piel como la tiña, pérdida de cabello, infecciones bacterianas y virales de la piel, hongos, moles, erupciones cutáneas, acné, eczema, psoriasis, urticaria, verrugas, crecimientos, marcas de nacimiento y trastornos congénitos de la piel.
• Recetas para tratar las condiciones de la piel.
• Tratamiento quirúrgico de afecciones cutáneas como verrugas o quistes.
• Biopsias cutáneas.
Es especialmente necesariamente ver a un dermatólogo pediátrico:
• Si tu hijo nació con una anomalía en la piel como una marca de nacimiento o una verruga. Un especialista puede asegurarse de que no es infecciosa, cancerígena o dañina.
• Si tu pediatra no sabe qué hacer con una erupción cutánea, sarpullido o brote de acné. Es común que se diagnostique un problema y que se recete medicación, pero si el problema persiste o el tratamiento no está funcionando, un dermatólogo pediátrico puede asegurarse de que la condición se trata correctamente.
• Si tu hijo tiene un problema de piel recurrente o grave. Es grave si la anomalía cambia rápidamente en tamaño, color, forma o textura. También es grave si la condición es recurrente, provoca picazón o proviene de una reacción alérgica.