Un grupo de investigadores examinaron el IMC y la vida familiar de cerca de 700 niños en los Estados Unidos. Los niños que sólo tenían hermanos mayores o sin hermanos en primero de primaria eran casi tres veces más propensos a ser obesos. Además se observó que los niños que se convirtieron en hermanos mayores entre las edades de dos y cuatro eran particularmente propensos a tener un IMC saludable para cuando llegaron a primero de primaria.
La investigación sugiere que tener hermanos menores está asociado a un menor riesgo de tener sobrepeso. Sin embargo, hay muy poca información sobre cómo el nacimiento de un hermano puede afectar el riesgo de obesidad durante la infancia.
Algunos investigadores creen que la hipótesis mas plausible es que los padres ajustan o modifican la dieta de sus hijos una vez que un nuevo hermanos viene al mundo. Dado que la investigación nos dice que los niños desarrollan hábitos alimentarios duraderos a una edad temprana, la forma en que comen después de que nace un hermano puede tener un efecto importante.
Por otra parte hay que considerar que los hermanos pueden participar en un ”juego activo" adicional y tienen menos espacio para el sedentarismo cuando un bebé entra en escena. Los investigadores esperan que el estudio arroje luz sobre los comportamientos que los padres adoptan al tratar de crear las condiciones ideales en un hogar con dos o más niños.
No hay que perder de vista que las tasas de obesidad infantil siguen siendo una gran causa de preocupación. Si el nacimiento de un hermano cambia los comportamientos dentro de una familia para bien, éstos representarían patrones que otras familias podrían intentar recrear en sus propios hogares.