Los involucrados en el estudio, aseguran que los resultados sugirien que los bebés en riesgo de desarrollar una alergia al cacahuate pueden evitarla si los consumen regularmente durante sus primeros 11 meses.
El estudio, el primero en demostrar que comer ciertos alimentos es una forma eficaz de prevenir la alergia, mostró una reducción del 80 por ciento en la prevalencia de las alergias al maní entre los niños en riesgo que comían cacahuates con frecuencia desde la infancia.
Este es un importante desarrollo clínico y contradice las directrices anteriores. Estas nuevas directrices pueden ser necesarias para reducir la tasa de alergia al maní en nuestros niños.
Las tasas de alergias alimentarias han aumentado en las últimas décadas, y la alergia al maní afecta ahora a un gran porcentaje de niños alrededor del mundo. La alergia a los cacahuates tiende a desarrollarse a temprana edad y los enfermos rara vez la erradican.
Las reacciones alérgicas van desde dificultad para respirar, presión arterial baja, hinchazón de la lengua, ojos o cara, dolor de estómago, náuseas y vómitos, erupciones cutáneas y ampollas, inflamación, dolor y, en algunos casos, la muerte.
El estudio, un ensayo controlado aleatorio, incluyó a 640 niños de entre 4 meses y 11 meses que se consideraban de alto riesgo a desarrollar alergia al cacahuate. A la mitad de los niños se les pidió que comieran alimentos que contenían cacahuates tres o más veces por semana y la otra se les pidió evitar comerlo hasta que tuvieran cinco años.
En los resultados publicados se encontró que menos del 1 por ciento de los niños que comían cacahuate regularmente se había convertido en alérgicos al final del estudio, mientras que el 17,3 por ciento del otro grupo había desarrollado alergia al maní. Evitar deliberadamente el consumo del cacahuate en el primer año de vida se ha puesto en cuestión como una estrategia para prevenir la alergia.