Sin embargo, un nuevo estudio sugiere que cuando consumes alimentos altos en grasas mientras que estresado, tu cuerpo quema menos calorías.
El estrés cambia la forma en que procesamos los alimentos, dice un investigador relacionado con el estudio. Su equipo encontró que cuando las mujeres ingerían alimentos ricos en calorías y cargados de grasa "sana" en el desayuno después de una situación estresante, sus cuerpos no sólo quemaban menos calorías, sino que también mostraban niveles elevados de elementos dañinos en la sangre.
En el estudio, el equipo carparó mujeres que desayunaban galletas, salsas, huevos y salchichas de pavo. Algunas de las comidas se hicieron con aceite de palma, alto en grasas saturadas. Otro grupo comía la misma comida, pero la prepararon con aceite de girasol monoinsaturado, que se considera una grasa benébola. Ambos desayunos contenían 930 calorías y 60 gramos de grasa.
Cuando las mujeres pasaban por situaciones estresante antes del desayuno, como el derramamiento de algún elemento por un niño o el cuidado de un padre con demencia, la reacción emocional generada anulaba los beneficios de la grasa saludable.
Las mujeres que comían grasa "mala" siguieron mostrando malos resultados en la sangre, sin embargo lo curioso es que el grupo que comía de manera mas sana y pasaba por situaciones saturadas terminaba mostrando los mismos resultados que el primer grupo. Sin embargo, es importante señalar que el estudio, nunca examinó el efecto del estrés en personas que tuvieran una dieta equilibrada o baja en calorías.
Lo que parece que nos dice este estudio es que no toda nuestra atención debe concentrarse en los esfuerzos para bajar de peso. Hay otros factores como el estrés que también pueden sabotear nuestros hábitos saludables y llevarnos al fracaso en nuestra lucha por una mejor calidad de vida.