Una nueva investigación sugiere que buscar una vida social animada y priorizar las actividades sociales y las metas, pueden ayudar a mitigar la disminución del bienestar que las personas a menudo experimentan en edades avanzadas.
Este estudio es esclarecedor porque detalla las acciones que podemos llevar a cabo para que las dificultades del envejecimiento sean menos intimidantes.
Los investigadores obtuvieron datos de más de 2.900 participantes fallecidos en un estudio socioeconómico de Alemania. Una encuesta longitudinal anual representativa a nivel nacional de 30.000 residentes adultos en la antigua Alemania Occidental de 1984 a 2013 y la antigua Alemania Oriental de 1990 a 2013. El estudio incluía muchos aspectos de la vida de los participantes, incluyendo empleos, ocupaciones, ingresos, indicadores de salud y satisfacción.
Los investigadores hallaron que la participación en actividades sociales y objetivos estaban vinculados con un mayor bienestar. Por otro lado, la baja participación social y la falta de objetivos sociales estaban vinculados con datos más bajos de satisfacción general. Curiosamente, las relaciones familiares no se asociaron con un alto nivel de vida en los ancianos. La vida familiar es a menudo una mezcla de sentimientos representa no sólo con la alegría, sino también con la preocupación y tensiones, el estrés y el dolor.
Según los investigadores, la valoración de las actividades sociales podría contribuir al bienestar por la escalada de los sentimientos de pertenencia y la preocupación por las próximas generaciones. Además, la actividad social promueve las funciones físicas y mental y fomenta un sentido de autoestima y control. El estudio y sus resultados nos recuerda que a medida que envejecemos, debemos mantener a los amigos que han pasado con nosotros a través de altibajos y hacer nuevos a lo largo del camino.