Las instituciones competentes no ven estos productos como medicamentos, por lo tanto no intervienen a menos que haya una gran cantidad de quejas sobre una marca específica o tipo de pastilla. Es importante decir, sin embargo, que las pastillas no son lo que aparentan y a menos de que uno cambie sus hábitos, aún con ellas, los kilos que pierdes, regresan.
De acuerdo con expertos, muchos beneficios que se le adjudican a las pastillas para perder peso realmente no existen. Esto es especialmente cierto para las que hacen promesas increíbles como perder 10 kilos en una semana o perder peso comiendo todo lo que quieras.
Para muchos, el círculo vicioso que se produce al consumir estos productos se convierte en un problema grave ya que en lugar de concentrarse en aprender a comer bien y cambiar sus hábitos alimenticios, se vuelven adictos a ellas.
Además, de acuerdo con expertos, ??estas pastillas pueden causar una variedad de efectos secundarios y aunque la mayoría de ellos son menores todos ellos son indeseables: insomnio, inquietud, dolores de cabeza, diarrea o boca seca. Un estudio más profundo de algunos de estos productos, arrojó que aquellas que prometen bloquear los carbohidratos o la grasa pueden causar diarrea, calambres y otros problemas intestinales, incluso si se toman según las indicaciones.
Si bien la mayoría de los efectos secundarios desaparecen cuando se dejan de tomar las pastillas, no siempre es el caso. Las Arritmias cardíacas y palpitaciones, opresión en el pecho, mareos y confusión son efectos secundarios que pueden tardar en desaparecer. En casos más graves y extremos, algunos de estos productos pueden causar falla cardíaca congestiva o embolias, por lo cual debemos tener cuidado con estos productos y apoyarnos con un médico si queremos tomarlas.