De acuerdo con un documento redactado por expertos en la materia, la mayoría de estos espasmos afectan el área inferior de la espalda. La buena noticia es que estas dolencias pueden aliviarse con remedios caseros.
Coloca hielo en el área que te duele para aliviar el dolor. Aplícate una compresa de hielo haciendo un movimiento de masaje en el área afectada por 15 minutos. Obviamente es muy posible que necesites la ayuda de alguien para alcanzarla. El frío no solo alivia el dolor, sino que también puede reducir la inflamación dentro del músculo y los tejidos circundantes. Además puedes repetir la operación durante el día.
Tómate un analgésico de venta libre. La mayoría de los espasmos que ocurren sin desgarro de ligamentos pueden ser tratados con medicamentos que probablemente ya tengas en casa.
Estiramientos suaves pueden ayudarte a fortalecer la parte inferior de la espalda, aliviar y prevenir los calambres musculares.
Acuéstate en el suelo o en una cama con los brazos puestos al costado. Aprieta los músculos de tu estómago, empujando suavemente la parte inferior de tu espalda contra el suelo y mantén la tensión durante varios segundos antes de relajarte.
Realiza levantamientos de piernas para fortalecer la espalda y ayudar a relajar los músculos tensos que a menudo causan los espasmos. Acuéstate en el piso o en una cama. Levanta tu brazo derecho y tu pierna izquierda lo más alto que puedas, manteniendo ambas extremidades rectas. Mantén esa posición tanto tiempo como puedas antes de regresar a la original. Repite el ejercicio con el brazo izquierdo y la pierna derecha: dos series de 10 repeticiones.