Unos 255 millones de personas sufren de diabetes de tipo 2 en el mundo. La enfermedad, por lo general se desarrolla después de los 40 años, según las estadísticas. El tratamiento la diabetes y sus efectos secundarios consume una gran cantidad de recursos alrededor del mundo, por esa razón, los investigadores han estado buscando la manera de reducir el riesgo de contraerlo.
Dado que el consumo moderado de alcohol, disminuye el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares, se ha decidido examinar esta sustancia con más atención y determinar sus efectos en las personas que lo consumen.
Sin embargo, es importante conocer el historial de este caso, ya que estudios anteriores han generado resultados contradictorios. Algunos han demostrado que el riesgo de desarrollar la enfermedad aumenta cuando se bebe.
Para llegar a la raíz de esta cuestión, se estudiaron minuciosamente por más de 25 años, datos clínicos de 8.633 hombres, entre 1970 y 1995. El estudio fue realizado en una clínica especialmente diseñada como un centro de medicina preventiva y los médicos mantenían registros detallados y notas sobre el estilo de vida de los pacientes.
En el estudio se tomaron en cuenta hábitos como el de fumar, el de consumir alcohol, la actividad física a la que se sometían y el peso. Con los años, los resultados mostraron que a los bebedores moderados les iba mejor. Los abstemios registraron casi el doble de riesgo de desarrollar la enfermedad que los bebedores moderados. Por otro lado, a los que bebían más de la cuenta, les fue un poco peor que a los abstemios, registrando un riesgo de más de doble que los bebedores moderados.
Sin embargo, hay doctores que afirman que los resultados no son tan claros. Argumentan que es posible que los bebedores moderados tiendan a ser más saludables que los no bebedores, debido a que muchas personas que no beben, evitan el alcohol por alguna condición médica. En muchos casos los bebedores moderados, son más activos físicamente y viven una vida más sana. Además, uno de los motivos de más controversia es que, algunos de los estudios anteriormente realizados son contradictorios.
Aún así, el estudio plantea la posibilidad de que moderar el consumo de alcohol puede tener un efecto benéfico para nuestra salud.