Todas estas dietas prometen hacer perder peso, pero con la obesidad en su punto más alto en la historia es difícil creer que estas funcionan.
Es cierto que algunas personas pierden peso, e incluso mucho, con su ayuda, pero también es cierto que muchas mantienen su peso y aún más común lo pierden y lo recuperan inmediatamente.
Generalizando, parece que la mayoría pueden de hecho perder peso si siguen una dieta que restrinja las calorías, pero el éxito está casi asegurando si dicha dieta se combina con ejercicio.
El problema con la mayoría de las dietas, básicamente, no es el hecho de que si funcionan o no, sino más bien si el individuo que la lleva es capaz de mantenerse alejado de los alimentos fritos, la comida chatarra y los altamente procesados. Y es que para muchos es un reto cortar abruptamente con los refrescos, reducir el azúcar del café y dejar de lado las bebidas alcohólicas.
De hecho, el consejo que siempre estará presente, cuando se habla con los expertos, es dejar los alimentos que más nos hacen engordar y hacer un poco de ejercicio al mismo tiempo que seguimos el régimen.