El té verde es un producto no fermentado de hojas de Camellia sinensis, una planta de hoja perenne. Se compone de catequinas, principalmente galato de epigalocatequina (EGCG), y se le atribuyen beneficios para la salud, que incluyen prevención del cáncer y enfermedades cardiovasculares. Los estudios también han sugerido que el EGCG puede evitar que el VIH se una a las células CD4, aunque la razón sigue siendo un misterio.
Utilizando herramientas de biología computacional y estructural, los investigadores modelaron la estructura de la molécula EGCG para encontrar el mecanismo por el cual evita que la proteína gp120 del VIH se una a los receptores en las células CD4.
El equipo de investigadores están tratando de replicar el efecto en un contexto real, probando que niveles razonables de EGCG, cantidad que se puede consumir al beber solo dos tazas de té verde, puede causar la inhibición, ya que las concentraciones de EGCG colocadas artificialmente en tubos de ensayo no tienen ningún sentido práctico para los pacientes.
Los estudios de probeta sugirieron que aún concentraciones de EGCG contenidas en una o dos tazas de té verde redujeron la unión de las células VIH-CD4 en un 40%.
Los estudios aún están en proceso y los investigadores no recomiendan que se beban grandes cantidades de té verde para así prever el VIH. Dichas investigaciones fueron diseñados para determinar si un medicamento derivado del té verde tendría ese efecto.