Entre muchos de sus beneficios podemos listar: baja en el riesgo de enfermedades cardíacas, además de que se ha demostrado que ayudan a prevenir el cáncer, aumentan los niveles de colesterol bueno y disminuyen los niveles de colesterol malo.
Las almendras están llenas de nutrientes. Aunque la vitamina E, el magnesio, el triptófano, el cobre, el fósforo, el manganeso y la vitamina B2 (riboflavina) son los más destacados, también prevén de calcio, hierro, selenio, sodio y zinc. Además contienen una gran cantidad de proteína y de fibra dietética.
Muchas gente evita los frutos secos porque piensan que tienen mucha grasa y esto inmediatamente se asocia con la obesidad. Sin embargo la mayoría de la grasa que contienen son grasas buenas para nuestro cuerpo. Un cuarto de taza de almendras contiene 18 gramos de grasa, pero de esos 18 gramos 11 son grasas monoinsaturadas. En otra palabras grasa muy saludable para el corazón.
Si quieres consumir más almendras, hazlo como lo harías con cualquier otro alimento: Se moderado y cómelas como un refrigerio. Al hacerlo así te llenarás de nutrientes ya que son mucho mejores que la mayoría de los bocadillos.