En un estudio se descubrió que las personas con problemas de la vista que no visitaron al oculista, o que dejaron sin tratar sus problemas de visión, tenían nueve veces más probabilidades de desarrollar la enfermedad de Alzheimer. Pero ¿cómo afecta exactamente?
En pocas palabras, los investigadores no creen que los problemas de visión sean una causa directa de la enfermedad de Alzheimer. ¿Entonces? La cuestión es que los problemas oculares no tratados pueden evitar que las personas se involucren en actividades que son buenas para el cerebro, como leer, jugar juegos e incluso caminar y socializar.
Independientemente de la conexión que pueda existir entre los problemas oculares no tratados y el deterioro cognitivo, hay muchas otras buenas razones para ver a su especialista en cuidados oculares con regularidad. ¿Cuál es el más importante? Podrás preguntarte. Pues resulta que las afecciones oculares que afectan la vista, como el glaucoma, la degeneración macular y la retinopatía diabética, por lo general no presentan signos de advertencia tempranos. Los exámenes regulares de la vista son la única forma de detectarlos y tratarlos a tiempo.