Y es que las cantidades recomendadas por las instituciones de la salud se exceden con creces diariamente, en parte por irresponsabilidad de uno mismo, pero en parte también a los fabricantes de los productos que consumimos. Un adulto es capaz de decidir el camino que quiere seguir en lo concerniente a sus hábitos alimenticios, pero un problema mayor podría ser que estamos heredando una cultura de consumo desmedido a las nuevas generaciones.
Según un nuevo estudio realizado en los Estados Unidos, que analizó las bebidas más comunes que la gente compra, casi la mitad contienen una cantidad de azúcar que equivale a la ingesta máxima diaria de cualquier niño. Esto los pone en riesgo de contraer obesidad, diabetes, caries y obviamente de sufrir los peligros para la salud que todas estas afecciones generan.
Por falta de tiempo o de ganas en nuestros días es muy común, por ejemplo, pensar que un jugo de frutas equivale a comer la fruta natural. Y en ciertos casos es posible que el jugo en cuestión sea haya fabricado con fruta 100% natural, sin embargo, en muchos de los casos, se añaden azúcares y la mayoría no nos damos cuenta. Se estima que en promedio, los adolescentes consumen casi 35 cucharaditas de azúcar diariamente. Esto es obviamente insostenible y el futuro de esos pequeños lo confirmará.
Para evitar estos problemas es importante leer las etiquetas de los ingredientes, la de nutrición y mantener las bebidas con azúcar añadido fuera de fuera de nuestras dietas. Ayudar a los niños a cultivar el gusto por el sabor de la fruta natural, las verduras y los granos integrales es una excelente manera de asegurarse de que tengan una vida larga, saludable y feliz.