¿Cómo funcionan?

Cada bigote está lleno de diminutos nervios supersensibles que ayudan a tu gato a calcular la distancia y el espacio. Gracias a ellos toma decisiones como: ¿Esta demasiado pequeño este espacio para entrar? ¿Qué tan fuerte tengo que saltar para llegar a ese árbol?

Es también cómo detecta lo que hay a su alrededor. Los gatos ciegos pueden moverse muy bien en habitaciones con sólo caminar y dejar que sus bigotes los orienten y les den una idea del espacio.

Los profundos folículos contienen una gran cantidad de terminaciones nerviosas las cuales envían mensajes al cerebro del gato. Además, hay un órgano sensorial en la punta de cada bigote. Recoge las vibraciones en el medio ambiente que le ayudan a sentir dónde está el y otras criaturas a su alrededor.

La mayoría de las vibrisas o bigotes que poseen los gatos están en las mejillas, pero además tienen otros más pequeños que están en la zona de la ceja, a lo largo de la barbilla, y cerca de los pies.

Los que están a los lados de la nariz abarcan la anchura de su cuerpo y le ayudan a saber si un espacio es lo suficientemente amplio para pasar a través de él, y los que están en la parte posterior de las piernas le ayudan a trepar árboles.

¿Cómo está tu gato? Fíjate en sus Bigotes

Un complejo conjunto de los músculos de la cara hace que se muevan los bigotes hacia enfrente y hacia atrás. Así que su forma nos dice mucho acerca de su estado. Cuando están relajados, los bigotes están quietos, forma recta. Si tiene curiosidad o esta casando los bigotes se inclinan un poco hacia enfrente y si están enojados o nerviosos inclinará hacia atrás, en dirección a la cara.

¡No se cortan!

Al igual que otros pelos en el cuerpo de un gato, los bigotes se caen, sin embargo nunca hay cortárselos. Sin ellos pueden sufrir de una grave desorientación. Casi como vendarle los ojos a un humano.

VER TODOS LOS CONSEJOS