Después de analizar datos como el consumo de tabaco, o padecimientos como diabetes, obesidad, entre otros, concluyeron que el consumir el equivalente a 175 mililitros de vino, medio litro de cerveza o 50 mililitros de whiskey todos los días por diez años puede incrementar el riesgo relativo de cáncer en un 5 por ciento. Y además consumir el doble de lo anterior por 4 décadas incrementaba el riesgo a la friolera cantidad de 54 por ciento, comparado con alguien que no bebe. Los tipos de cáncer que se asociaron más a este hábito fueron el de boca, colon, garganta, estómago.
Sin embargo, se debe resaltar que el estudio, publicado en una revista especializada en cáncer, tiene algunas limitaciones, siendo una de las mayores que la información fue recogida a través de reportes personales. El hecho es que este tipo de información debe analizarse con reservas, debido a la falta de intervención de especialistas los cuales pueden eliminar otros factores que distorsionen los resultados.
Otro dato importante que se debe tomar en cuenta es que los japoneses tienen una predisposición genética que les impide metabolizar fácilmente el alcohol a comparación de personas de otras nacionalidades.
Los investigadores concluyeron el estudio comentando que una copa al día no debería de ser problema, sin embargo, aunque la mayoría de las personas disfrutan de consumir alcohol, consumirlo en ciertas cantidades por un período largo de tiempo puede ciertamente dejar secuelas en la salud.