Un estudio ha comparado a dos grupos de mujeres, uno que consumía bebidas con endulzantes artificiales y otro al que se le permitía ingerir bebidas con azúcar. Después de casi 2 semanas de seguimiento, se ha concluido que su consumo puede estar relacionado con el efecto que tiene sobre el estrés y específicamente los niveles de cortisol.
Antes de iniciar el seguimiento, los expertos expusieron a los voluntarios a un examen, diseñado específicamente para elevar los niveles de estrés, mientras median de la hormona del estrés. Los resultados no mostraron ninguna diferencia entre los dos grupos, sin embargo, después de dos semanas, al hacer de nuevo el examen, el grupo que había consumido bebidas con azúcar mostró en los escáneres una actividad cerebral que llevaba a niveles de cortisol más bajos que los que no consumían azúcar.
Los expertos advierten que el azúcar no debe usarse jamás a propósito para reducir el estrés y que los resultados, aunque sorprendentes, representan solamente un paso firme en el avance del conocimiento neuroconductual, el cual puede abrir paso a investigaciones muy esclarecedoras.