El grupo de expertos que hizo esta asombrosa afirmación, llevó a cabo pruebas con recién nacidos para averiguar si los pequeños eran capaces de diferenciar las vocales de un idioma específico, ya que estos tienen un oído totalmente desarrollado 3 meses antes de nacer.
Para lograr la comunicación con los niños que tenían escasas horas de vida, los científicos usaron chupones y la cantidad de succiones hechas como una señal de interés. Se descubrió que al escuchar las vocales pronunciadas en un idioma que no les era familiar la cantidad de aspiraciones aumentaba.
Los científicos que participaron en este interesante estudio aseguran que un aprendizaje tan rápido es prácticamente imposible, y atribuyen lo atribuyen a la conexión sonora que tienen con sus padres. Los expertos se sorprendieron bastante al descubrir que el proceso de formación lingüística empieza inclusive antes de la gestación.
Gracias a este tipo de investigaciones se abren las puertas para futuros descubrimientos de otro tipo que lleven a entender con más profundidad el impacto que tiene el entorno en los procesos cognitivos de los bebés en su gestación y en su futuro desarrollo.