Cada vez más familias se han visto forzadas a cambiar su dieta para combatir las alergias. Los niños pueden ser alérgicos a varios tipos de alimentos, sobre todo a la leche y a los productos lácteos o a los frutos secos y al pescado.
Las alergias son causadas por alérgenos, que son básicamente sustancias inofensivas que el sistema inmunológico intenta combatir. Cuando aparece este efecto, las víctimas padecen una variedad de síntomas que incluyen enrojecimiento de la piel, vómitos, diarrea y dificultad para respirar.
Una taza común de este padecimiento en occidente varía de entre el 5% al 8% de los niños. En el Reino Unido, por ejemplo, se ha experimentado un aumento del 500% en las afecciones alérgicas al cacahuate solo en los últimos 20 años.
Si bien los países industrializados son los más afectados, las tasas de alergia en los países en desarrollo son más bajas y las ciudades se ven más afectadas que las zonas rurales.
Los científicos han estado tratando de descubrir por qué nos volvemos más alérgicos a los alimentos. Una razón puede ser la mejora de la higiene, lo que hace que los niños tengan menos infecciones. Otra causa puede ser la falta de vitamina D que ayuda a nuestro sistema inmunológico a combatir las alergias.
Por el momento, una alergia alimentaria no se puede curar. Además, es muy difícil determinar a qué alimentos son alérgicos los niños. Los médicos recomiendan comer pequeñas cantidades de alimentos posiblemente alérgicos y observar cómo reacciona el cuerpo.