El informe se basa en el índice de masa corporal (IMC), que es básicamente la relación entre la altura y el peso. Una persona normal y sana tiene un IMC de entre 20 y 25 y se considera que las personas con un IMC superior a 30 son obesas.
No es de extrañar que la mayoría de las personas obesas del mundo vivan en los países desarrollados o más ricos. En Estados Unidos, Gran Bretaña, Irlanda, Australia, Canadá y Nueva Zelanda habitan una quinta parte de las personas obesas del mundo. Por otro lado, China y Estados Unidos tienen el mayor número de obesos del mundo. Por el contrario, en los países más pobres se tiene el menor número de personas con sobrepeso. Por ejemplo, en el sur y sureste de Asia, el 25% de la población tiene bajo peso.
Esta situación además de ser preocupante a nivel personal, también lo es a nivel del país, ya que tener demasiadas personas con sobrepeso supone una enorme carga financiera para los sistemas de salud, debido al aumento de los costos de medicamentos, de médicos y los hospitales.
Los expertos señalan que la obesidad no se puede tratar solo con medicamentos y ejercicio. También es importante cambiar la dieta y consumir menos alimentos grasos y bebidas azucaradas. Como añadido es también necesario comer más frutas y verduras frescas y reducir la ingesta de alimentos procesados.