Actualmente, más de 40 millones de personas padecen una forma de demencia en todo el mundo y se espera que para el año 2050 el número aumente a más de cien millones, siendo las tres cuartas partes de las víctimas personas pobres y de clase media.
En la mayoría de los casos, esta enfermedad ataca al cerebro lentamente. Los pacientes pueden continuar este proceso degenerativo durante varios años sin saberlo. Según los médicos, la mayoría de los medicamentos que se usan para esta afección no ayudan porque se administran demasiado tarde. El Alzheimer es una de las muchas formas de demencia, empeora a medida que pasa el tiempo y causa problemas de memoria e incapacidad para pensar con claridad.
Un grupo de científicos de una Universidad de Washington han estado haciendo pruebas con el contenido de grasa encontrado en la sangre en 500 personas de 70 años o más. Los resultados obtenidos, parecen predecir, con bastante precisión, quién desarrollará la enfermedad de Alzheimer en el futuro, gracias a que descubrieron un vínculo entre la caída de los niveles de grasa en sangre y la muerte de células cerebrales. Si las pruebas resultan ser ciertas, los médicos podrían administrar medicamentos en una etapa mucho más temprana, lo que protegería al cerebro de una pérdida masiva de memoria.
Hoy en día, los médicos usan escaneos por computadora para determinar si hay daño en el cerebro, sin embargo, un examen basado en sangre sería una forma más fácil y económica de evaluar a los pacientes. Aunque los investigadores están entusiasmados con las nuevas pruebas basadas en sangre, dicen que no estarán disponibles para un uso generalizado en los próximos cinco a diez años.
Aunque el tratamiento innovador puede plantear desafíos, realizar pruebas a pacientes de 40 o 50 años podría aliviar la enfermedad o evitar que se propague más.