Además, los suplementos de jengibre pueden acelerar el vaciado del estómago, aliviar el malestar digestivo y reducir los calambres intestinales, la distensión abdominal y los gases.

Cabe destacar que estos estudios se realizaron con extractos líquidos o cápsulas en lugar de té. Aunque se necesita más investigación, los compuestos beneficiosos del jengibre, como los gingeroles, también están presentes en los tés.

Para preparar el té, se utiliza de 1/4 a 1/2 de cucharadita o su equivalente de 0,5 a 1,0 gramos de raíz de jengibre seca en polvo grueso. Si la presentación es de bolsita, solo se necesita una por taza (240 ml) de agua hervida. Una vez lista la infusión se deja reposar durante 5 minutos antes de beber.

Alternativamente, se puede usar 1 cucharada o 6 gramos de jengibre fresco cortado en rebanadas por taza 240 ml de agua y se pone a hervir durante 10 minutos. Después se cuela, se deja reposar y listo.

Debido a que el té de jengibre tiene un sabor picante, hay personas que no lo toleran. Si es ese tu caso, puedes suavizar su sabor con miel y limón y si no cuentas con miel, lo puedes endulzar con azúcar.