Los horarios estrictos de sueño no funcionan, particularmente en el primer año de los niños, ya que es normal que la duración de las siestas de los bebes fluctúe significativamente. En los primeros 6 meses de vida, cuando los ciclos de sueño y vigilia de su pequeño aún no han madurado completamente, las siestas pueden ser muy cortas o muy largas o inclusive intermitentes.

Las siestas a esa edad pueden ser diferentes en otra etapa del bebé, y pueden variar también de un día a otro. La duración de la siesta se ve influenciada por la estimulación, las actividades fuera de la casa, la alimentación, las enfermedades, las condiciones y el ambiente para dormir, entre otras cosas.

Es por esta razón que los horarios estrictos de sueño no funcionan. Es porque no tienen en cuenta el tiempo el bebé ha estado despierto; y es que en realidad os bebés cansados no duermen bien.

La recomendación generalmente es que se respete el horario que más le convenga al pequeño, usando un enfoque flexible y apropiadas para su edad y teniendo en cuenta la cantidad de tiempo que el bebé puede pasar despierto de un solo tirón antes de cansarse demasiado.

Observando este patrón de vigilia podemos entender y ayudarle a que duerma mejor. En general en el primer mes de vida, un niño soporta sólo unos 45 a 60 minutos sin dormir. A medida que el bebé crece y se desarrolla, va agregando de 10 a 15 minutos por mes hasta que puede aguantar de 3 a 4 horas antes de tener que cargar la pila con un buen sueño.