Dado que la sensibilidad al gluten no celíaca no se entiende bien y no hay biomarcadores para la condición, los investigadores querían determinar con qué precisión las personas se auto diagnosticaban esta condición.
Un estudio publicado en u a revista de gastroenterología estudió a 59 personas con esta sensibilidad y verificó que no tenían la enfermedad celíaca. Un grupo de los estudiados consumía gluten, otro fructano, y el tercero placebo. Después de esperar siete días por los síntomas, los participantes cambiaban de grupo hasta que todos comieran los tres tipos de menú.
Los resultados arrojaron que las personas con supuestas alergias al gluten presentaban menos síntomas precisamente al consumir la proteína y más con el placebo. Por otro lado, el fructano provocó los síntomas más indeseados.
Los estudios parecen mostrar que probablemente no sea el gluten el que cause los síntomas, sino los fructanos de trigo, cebada y centeno. Y dado que el gluten está presente en estos tres granos, la confusión tiene sentido.
En necesario hacer más estudios a nivel científico para saber qué es lo que pasa con la proteína. A nivel personal, podemos consumir los granos de forma aislada para determinar si alguno de ellos nos provoca la intolerancia, ya que eliminarlos de la dieta puede ser perjudicial.