Aunque estos cambios ocurren más cerca de la mediana edad, nunca es demasiado pronto para implementar hábitos alimenticios saludables, que puedan ayudarnos a llevar correctamente un proceso de madurez y envejecimiento.
Una dieta debería ser tomada, de hecho, como un estilo de vida y no como una dieta que se hace durante un par de semanas y luego se abandona. En una variedad de casos, la dieta más recomendada por los especialistas es la mediterránea y esta no es la excepción.
A diferencia de la mayoría de las dietas, esta se centra en optimizar la salud y no sólo en la pérdida de peso. De hecho, ha sido votada por expertos como la mejor dieta para tener una salud buena en general, además de muy fácil de seguir, debido a los macronutrientes equilibrados y a los grupos de alimentos no restrictivos.
En particular, se recomiendan estos tres consejos dietéticos: Comer proteínas magras, usar aceite de oliva en lugar de mantequilla y limite el uso de la sal y optar por especias para dar más sabor a los alimentos.
Seguir esta dieta y moderar la ingesta de alcohol puede llevarnos a mejorar el proceso del envejecimiento, especialmente para las mujeres que atraviesan por la menopausia.