El verano es buena época para que tu microbioma se refuerce. Con un clima más soleado, días más largos y productos nutritivos de temporada, hay una serie de herramientas disponibles para ayudar a que el intestino vaya por buen camino. De hecho, los expertos en esta área destacan que hay mucho que hacer si queremos nutrir su microbioma.
Estar fuera de contacto con la naturaleza es un factor importante que afecta a la salud intestinal. A medida que estrechamos nuestro contacto con la naturaleza, los animales y otros seres humanos, el microbioma se debilita.
Para remediarlo, es importante pasar más tiempo al aire libre, ir de excursión o trotar fuera por senderos si es posible, tener contacto físico directo con árboles y plantas, ensuciarse. Todo ello nos ayuda a fomentar la biodiversidad intestinal.
Además, hacer ejercicio al aire libre es doblemente beneficioso para esta área. Un estudio realizado en 2018 descubrió que el entrenamiento con ejercicios de resistencia de 30 a 60 minutos tres veces por semana durante seis semanas producía un aumento de la abundancia de microbios productores de AGCS, compuestos antiinflamatorios curativos producidos por las bacterias del intestino bueno que ayudan a regular el sistema inmunológico, en los participantes.
También puedes considerar meditar al aire libre si quieres beneficios adicionales. Según expertos, esta práctica puede impactar el microbiota intestinal de manera muy positiva positiva. Más específicamente, los autores de una investigación de 2017 aseguran que ayuda a regular la respuesta al estrés, suprimiendo así los estados de inflamación crónica y manteniendo la función de barrera intestinal saludable.