De hecho, un sueño de calidad puede incluso mejorar el funcionamiento de las células T. Un estudio de febrero de 2019 publicado en un diario médico de renombre, generó resultados que avalan que dormir lo suficiente tiene el potencial de aumentar la eficacia de las respuestas de las células T.
Los investigadores teorizan que esto sucede porque las hormonas del estrés, las cuales pueden inhibir la capacidad de las células T para matar patógenos, disminuyen durante el sueño. Pero el hablar de dormir no solo se refiere al sueño nocturno. Una siesta hecha correctamente también fomenta la producción de otras proteínas que desempeñan un papel destacado en la respuesta inmunitaria del organismo.
Al completar los cuatro ciclos de sueño, estamos estimulando la liberación y creación de citoquinas, una proteína multifacética que ayuda al sistema inmunitario a responder rápidamente a los antígenos.