El estudio, publicado en una reconocida revista, reveló que las personas con altos niveles de autocontrol al comer consideraban que los alimentos eran más satisfactorios sensorialmente hablando, y por lo tanto era más difícil dejar de hacerlo, después de tocarlos directamente con las manos.
En este estudio, las personas con alto autocontrol se describen como individuos que pueden resistirse a alimentos sabrosos y como personas conscientes de qué y cuánto comen. La investigadora principal, dividió a 45 estudiantes en dos grupos. Una mitad comió un poco de queso Muenster con un picadientes, mientras que la otra mitad utilizó las manos.
Antes de comerlo, ambos grupos manifestaron opiniones relativamente similares sobre el alimento. Sin embargo, después de comerlo, todo cambió. La mayoría del grupo que tocó directamente la comida la percibió más sabrosa y apetitosa que el grupo que llevó a cabo el experimento con un picadientes.
A pesar de que aquellos con niveles bajos de autocontrol no experimentaron una percepción alterada, los resultados sugieren que, en el caso de las personas que controlan regularmente su consumo de alimentos, el tacto directo desencadena una mayor respuesta sensorial, lo que hace que la comida sea más deseable e irresistible.
La información obtenida podría ayudar a hacernos más conscientes de nuestros objetivos y hábitos, especialmente cuando se trata de la comida. Pero si estás dispuesto a darte un capricho, deja el tenedor y coge tu refrigerio favorito directamente con las manos. Seguro que lo disfrutas más.