Aunque el dedo adolorido por uso exesivo de un celular no es una enfermedad diagnosticada oficialmente, la tendinitis sí lo es y suele ser el resultado del uso excesivo, un golpe, un agarre repetitivo y ciertas condiciones inflamatorias como la artritis.
Desde 2010, los investigadores de una clínica han venido estudiando el problema utilizando una técnica de imagen dinámica para observar el movimiento de los huesos de pacientes con esta condición, para después comparándolos con otros que no la tienen. Aunque no han llegado a ninguna conclusión, sostienen que los movimientos necesarios para sostener y teclear en los teléfonos son incómodos para nuestros pulgares.
Una de las hipótesis es que las articulaciones se aflojan y por eso los huesos se mueven de forma diferente a como lo harían en una situación normal. Sostener los teléfonos móviles puede constreñir los tendones flexores, y un uso excesivo del mismo puede dar lugar a dolores en la parte exterior del pulgar y a un deterioro de la fuerza de agarre o la amplitud de movimiento.
Para reducir la tensión repetitiva en el pulgar al utilizar un teléfono, sería bueno, por ejemplo, utilizar la función de reconocimiento de voz en lugar de enviar mensajes de texto manualmente o cambiar la mano con la que se sujeta e incorporar otros dedos al método de envío de mensajes.