Como el más reciente desafío al mantra del bajo contenido en grasas que ha dominado las convenciones dietéticas durante medio siglo, llega una nueva investigación que sugiere que los niños que beben leche entera tienen menos probabilidades de tener sobrepeso que los que optan por las variedades con menos grasa.
Los resultados van en contra de las directrices dietéticas establecidas por las instituciones de salud, que recomiendan que los niños mayores de 2 años tomen leche baja en grasa o sin grasa para prevenir la obesidad. Estas directrices han contribuido a reducir el consumo de leche entera a la mitad en los últimos 30 años. Al mismo tiempo, las tasas de obesidad infantil se han triplicado.
Los investigadores de un hospital de Toronto calcularon el índice de masa corporal de 2.745 niños de entre 2 y 6 años, tomando también muestras de sangre para medir los niveles de vitamina D. Aproximadamente la mitad de los participantes en el estudio bebían leche entera; el resto consumía diversas opciones bajas en grasa. El estudio descubrió que los bebedores de leche entera tenían un índice de masa corporal inferior en 0,72 unidades al de los que optaron por la leche baja en grasa, lo que supone la diferencia entre un peso saludable y el sobrepeso.
Los que bebían leche entera también tenían niveles más altos de vitamina D, dicen los expertos. Los niños que beben leche descremada no tienen menos grasa corporal, y tampoco se benefician de los niveles de vitamina D que tiene la leche entera. La relación con la vitamina D está clara, porque el aumento de la grasa corporal reduce la capacidad del cuerpo para almacenar vitamina D.
Las razones que subyacen en la diferencia del índice de masa corporal de los niños están abiertas al debate, pero hay que tener en cuenta que las opciones con menos grasa dejan a los pequeños con una sensación de saciedad menor que la de la leche entera y dan lugar a que piquen más a lo largo del día. Los tentempiés poco saludables, especialmente, pueden ralentizar el metabolismo, desencadenar la inflamación y producir un aumento de peso.