Para llevar a cabo el estudio, los investigadores expusieron a un pequeño grupo de 16 voluntarios con trastornos depresivos graves y que no tomaban medicación, a una hipertermia de cuerpo entero, elevando su temperatura corporal central a 38 grados C, mientras un grupo de control se sometió a un procedimiento “falso” que les exponía a menos calor.
El equipo del estudio realizó evaluaciones de seguimiento de la salud mental uno, dos y tres días, y una, dos, cuatro y seis semanas después. Los resultados mostraron que en comparación con el grupo de intervención simulada, los tratados con hipertermia mejoraron significativamente las puntuaciones de depresión al cabo de seis semanas.
Los investigadores creen que el uso de calor para estimular la piel activa las células productoras de serotonina en el cerebro medio, que luego producen un cambio en el funcionamiento del mismo. En cierto modo, se podría pensar en esta vía que va de la piel a la cabeza como un estimulador del cerebro profundo creado por la evolución.
Los resultados son prometedores para la hipertermia como terapia segura y no farmacológica en casos de depresión, pero debido al pequeño tamaño del estudio, los investigadores advierten que se necesita más investigación para determinar la mejor manera de administrar el tratamiento a los pacientes.