Pruébala. Pero ojo, hay mucha diferencia entre probar y hartarse. Es grandioso poder disfrutar de la navidad sin restricciones gastronómicas, y la verdad es que, si estamos a dieta, no necesariamente tenemos que privarnos de ese placer. La clave está en no abusar. Restricción totalmente, no es una buena, ya que en un momento determinado podemos perder el control y comer en exceso.

1. No bebas te tomes las calorías

Elija bebidas sin calorías cuando te sea posible. Café, té, agua, agua mineral, y refrescos de dieta, son buenas elecciones. Obviamente, si sientes que no puedes resistirte a probar el ponche de mamá, adelante. Solo recuerda: no abuses.

2. No te restrinjas

Si hay algo que se te antoja mucho, ¡pruébalo! Conviértete en un catador y disfrutar de los primeros bocados. Las primeras mordidas que le das a un alimento son las que más se disfrutan. Después, prueba otra cosa que se te antoje. No te sirvas un plato lleno de una sola cosa, de esa forma, pruebas todo y no abusas.

3. No comas lo que no se te antoje

No pruebes lo que no se te antoja realmente. No comas algo solo porque está en la mesa. Se más selectivo. Deja espacio para los platillos que realmente quieres probar.

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