Las personas que tienen apnea del sueño generalmente no tienen problemas de respiración cuando están despiertos, pero cuando están dormidos, su garganta se estrecha hasta el punto que no pueden recibir suficiente oxígeno. Cuando la respiración se detiene, el cerebro envía una alarma y la persona despierta, por lo general con un ronquido fuerte, y se reanuda la respiración. Si no se trata, esta enfermedad puede aumentar el riesgo de sufrir de presión arterial alta, enfermedades del corazón y derrame cerebral.

Tratamientos

Una de las prescripciones más comunes es la máquina de suministro continuo de aire presurizado (SCAP), que se usa por las noches. El dispositivo crea presión en los conductos de aire para mantener la garganta abierta.
Si tiene problemas para pagar el tratamiento, aquí te daremos algunos consejos que pueden ayudarte a mejorar tu condición.

Baja de peso

La mitad de las personas que sufren de apnea de sueño tienen sobrepeso, según instituciones de salud. Inclusive solo 10 kilos pueden afectar tu respiración en la noche.

Muévete

El ejercicio en general es bueno, ya que ayuda a perder peso, pero además produce cansancio y eso te hace dormir mejor.

Cambia de posición

Trata de no dormir bocarriba. Si te despiertas y te das cuenta que estas durmiendo boca arriba. Pronto te acostumbrarás. El dormir de esa manera te ayuda a mantener la garganta abierta.

Duerme mejor

Si puedes dormir lo suficiente, eso parece afectar tu apnea del sueño peor. No consumas cafeína por la tarde, acuéstate y levántate a la misma hora todos los días, y saca la TV de tu cuarto.

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