En un tazón grande, mezcla la harina de maíz, el polvo para hornear, la sal y el azúcar. Agrega la crema de leche y la leche a la mezcla y revuelve hasta obtener una masa suave y manejable. Tápala y deja reposar durante unos 10 minutos.
Una vez reposada, divídela en bolas del tamaño de una pelota de golf. Aplana cada bola para formar una tortilla gruesa y redonda. Calienta una sartén o comal a fuego medio-alto y colócalas en la sartén. Cocina durante 2-3 minutos por cada lado, hasta que estén doradas y crujientes. Retíralas de la sartén y colócalas en un plato forrado con papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.