Comer menos sodio puede ayudar a reducir la presión sanguínea en algunas personas, lo que reduce el riesgo de enfermedades del corazón. Si bien es cierto que el sodio es algo que necesitamos en nuestra dieta, la mayoría de nosotros consumimos más de lo que necesitamos. Parte del sodio que comemos proviene de la sal que añadimos a nuestros alimentos o de los alimentos procesados que compramos en el supermercado. En general se recomienda consumir menos de 1.500 mg de sodio por día.
Siga estos consejos para reducir el consumo de sal:

TIP NUMERO 1

Evite agregar sal a los alimentos en la mesa.

TIP NUMERO 2

Haz un inventario de las fuentes de sal en tu dieta, tales como comidas en restaurantes, condimentos a base de sal y alimentos procesados o precocinados. Algunos de ellos contienen una gran cantidad de sal.

TIP NUMERO 3

Lee las etiquetas cuando compras. Escoge cereales, galletas, salsas para pastas, verduras enlatadas, o cualquier alimento con opciones de bajo contenido de sal. O bien, come menos alimentos procesados y envasados.

TIP NUMERO 4

Pide información sobre la cantidad de sal que contiene un plato, especialmente en los restaurantes. La mayoría de los chefs de los restaurantes omiten la sal si se les pide que lo hagan.

TIP NUMERO 5

Si tienes que utilizar sal durante la cocción, añádela al final. Así tendrás que añadir menos.

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