Una forma de mejorar la este proceso vital es mediante una dieta saludable y equilibrada. Incluyendo alimentos ricos en fibra como frutas, verduras, cereales integrales y legumbres, ya que ayuda a regular el tránsito intestinal y promueve la digestión adecuada. También es importante limitar el consumo de alimentos procesados y ricos en grasas y azúcares pues pueden aumentar el riesgo de problemas digestivos.
También podemos ayudar a nuestro cuerpo mediante el ejercicio regular. Cuando tenemos este hábito estimulamos los músculos del tracto gastrointestinal y favorecemos todo el proceso. Aunado a esto, si nos mantenemos hidratados, podemos ayudar a diluir los alimentos.
Y como en casi todos los temas referentes a la salud, es buena idea evitar el consumo excesivo de alcohol. La digestión es un tema que no se debe tomar a la ligera, el hecho de ir al baño regularmente no necesariamente significa que estamos libres de problemas digestivos. Siempre es buena idea quitarle peso a nuestro cuerpo para que lleve a cabo sus funciones de una manera más sencilla.