La primera recomendación es dejar las tareas relacionadas con el trabajo y apagar los aparatos electrónicos, incluido el teléfono, al menos una hora antes de acostarte, preferiblemente dos. Esto permite que tu mente se relaje y proteja tus ojos de los efectos estimulantes de la luz azul que emiten estos dispositivos digitales. La luz azul imita al sol de la mañana y desencadena la vigilia.
Alejarse del dormitorio antes de la hora de dormir, también suele ayudar. Si se evita pasar tiempo en la recámara a la hora anterior a acostarse, ayuda a crear una asociación más fuerte en el inconsciente de que ese lugar es para dormir. Manténgalo sencillo, despejado y libre de cualquier cosa relacionada con el trabajo, así como de televisores y otros aparatos electrónicos.
Otro buen consejo es baja las luces pocas horas antes de dormir. Incluso pueden utilizarse velas. La oscuridad antes de acostarse puede hacer cosas increíbles por el sueño. Durante este período de tiempo puedes leer un libro, escribir un diario o colorear, escuche música tranquila, tomar un baño caliente o pasar un rato rezando o meditando.
Por último, ser puntual es importante. Es mejor acostarse cuando hay sueño que pasar tiempo acostado esperando a que llegue. No es que tengamos que poner una alarma para irnos a la cama, sino que la idea es identificar la hora de acostarte con el sueño.