Lo más importante que puede aportar a una cita es un corazón y una mente abiertos, un oído atento y un verdadero deseo y curiosidad por conectar. Por lo cual es buena idea lleve consigo una lista de preguntas abiertas de interés común que servirán de guía para tu conversación.
Trata de no juzgar y o dar consejos a menos que te los pidan. Es importante esforzarse por transmitir respeto, comprensión y empatía. El objetivo de estas conversaciones no es demostrar quien tiene la razón o que la otra parte está equivocada, sino comprenderse mejor.
En una cita aumentan las posibilidades de pelearse cuando se bebe, así que es recomendable que limites el consumo de alcohol a una copa o menos esa noche. El alcohol relaja las inhibiciones, pero también desinhibe la agresividad, lo que no es bueno el encuentro. Ser coherente y estar realmente presente en las conversaciones íntimas es lo mejor que se puede hacer.
Otra cosa que ayuda mucho en general es mantener el sentido del humor y encontrar momentos para reír recordando alguna anécdota o inclusive contando un chiste. Una cita con humor tiende a recordarse como una agradable cuando pasa el tiempo.