Una de las formas más fiables de potenciar la salud, la felicidad y la conexión con los demás es dar las gracias, además de ser una de las más sencillas. Llevar un diario de agradecimiento y escribir tus pensamientos en un papel te permite anotar conscientemente tu agradecimiento por todas las cosas y personas buenas de tu vida, según sugieren recientes investigaciones.
Cuando estamos asustados o enfadados, practicar la gratitud de esta manera puede ayudarnos a poner las cosas en perspectiva, aliviar la ansiedad y mejorar el estado de ánimo. Pero reconocer lo que se agradece, y apreciarlo plenamente, requiere práctica.
En caso de querer seguir esta práctica y que no se encuentren las palabras adecuadas, es posible dibujarlo o pegar en tu diario recuerdos de acontecimientos divertidos como fotos, boletos, etc. Y así cada vez que se revisen puede hacer sentir de nuevo el agradecimiento de haberlo vivido.
No hay que limitarse a documentar acontecimientos o pensamientos, también pueden expresarse emociones sobre las experiencias. Explayarse, es por esa razón precisamente que se llama diario. Es bueno tomarse un momento para reflexionar. Por ejemplo, se puede anotar de dos a cinco cosas por las que se esté agradecido, como el desayuno con los hijos o el hecho de poder ir al trabajo en bicicleta.
En definitiva, registrar lo bueno de la vida ayuda mucho, pero no hay que olvidarse de anotar también las lecciones y los aspectos positivos que se sacan siempre de los retos y los contratiempos.