Nuestro cuerpo está diseñado para hacer descansos regulares a lo largo del día para recuperarse de los periodos de productividad y prepararse para el siguiente reto. Un paseo a la hora de comer es una forma de satisfacer esa necesidad y de volver al trabajo sintiéndose renovado.
Dejar de lado las pantallas electrónicas como las del televisor o el teléfono movil da a los ojos un descanso muy necesario. Aunque el desplazamiento por las redes sociales puede parecer una recompensa por una mañana productiva, en última instancia disminuye la capacidad de estar presente en un paseo.
Sin tecnología ni los auriculares, uno se puede concentrar en disfrutar del paisaje. Aparte de los peligros que conlleva caminar distraído, hace que nos persamos los muchos beneficios para la salud de la naturaleza, como la disminución del estrés y el aumento de la creatividad.
Mientras se camina, es importante relajarse y ensanchar los hombros, meter la barbilla ligeramente y mantener la vista enfocada a unos 6 metros delante. Mientras se camina es bueno mantener la atención en el paseo ralentizando la marcha y haciendo coincidir la duración de las inhalaciones con la de las exhalaciones.
Concéntrate en las sensaciones de tu cuerpo como los pulmones se llenan de aire, los pies que se conectan con la tierra, como se desplaza el peso a medida que avanzas, puede ayudar.