El primer consejo es salir de casa temprano y para poder conducir despacio y así no sudar tanto como cuando vamos muy deprisa. La mochila se puede llevar en una alforja o en una cesta para evitar que sude la espalda.
También puedes llevar una ropa limpia bien enrollada para que no se arrugue. Además de eso, se puede incluir un kit de aseo y un par de zapatos de vestir. Se puede considerar la posibilidad de llevar tejidos que absorban la transpiración, como lana, materiales sintéticos, o ropa especial para ciclistas que cumpla la misma función.
Secarse con una toalla es una buena idea. Hay toallas superabsorbentes y de secado rápido, y suelen estar fabricadas con tejidos antibacterianos. La posibilidad de guardar toallitas para la cara o toallitas para bebés en el bolso o kit de aseo en el trabajo para ayudar a refrescarte es también útil y práctica.