En los últimos años se ha especulado mucho sobre si los dispositivos digitales están degradando nuestra capacidad de retener información. Un estudio reveló que el 44% de los encuestados afirmaron que su celular les sirve de memoria, y casi la mitad de los jóvenes que respondieron dijeron que perder los datos almacenados en sus teléfonos y dispositivos similares les llenaría de tristeza, ya que hay recuerdos... que nunca recuperarían.

Aun así, se trata de respuestas subjetivas. Los efectos objetivos de estos dispositivos en nuestra memoria son más difíciles de medir, dicen los expertos que estudian la descarga cognitiva, que es el nombre que se le da a lo que hacemos cuando confiamos nuestra memoria a un dispositivo externo, ya sea un bloc de papel o un teléfono móvil.

Si en un experimento, se pide teclear información en un ordenador y el sujeto cree que el ordenador la está guardando, su memoria funciona a muy bajo nivel, por creer que no la necesita. De hehco, en un estudio que observó a personas que tomaban fotos de obras de arte en un museo, se concluyó que tenían más dificultades para recordar sus detalles que los espectadores que simplemente miraron.

Por el momento, no se puede afirmar con seguridad que el teléfono es el culpable de los olvidos de la gente, simple y sencillamente porque todavía no hay ninguna investigación definitiva que lo demuestre.

Sin embargo, hay estudios que muestran que escribir a mano mejora la comprensión. Razón de más para llevar un pequeño cuaderno además del teléfono. Puede que las listas escritas a mano sigan implicando una descarga cognitiva, pero al menos el papel no se ofrecerá a deletrear las palabras por ti.