Una forma de prevenir este tipo de enfermedades es mediante una dieta saludable y equilibrada. Podemos, por ejemplo, reducir el consumo de grasas saturadas, colesterol y azúcares, y aumentar el consumo de frutas, verduras, cereales integrales, limitar también el consumo de alcohol y evitar fumar.
Otra forma es mediante el ejercicio regular. Este ayuda a reducir el colesterol, la presión arterial y el sobrepeso, además de mantenernos en un peso saludable. Además, controlar la presión arterial y el colesterol y gestionar el estrés de manera adecuada son herramientas que nos ayudan a alejarnos del riesgo.
Tener una buena comunicación con el médico y seguir las recomendaciones médicas para prevenir este tipo de enfermedades toma relevancia máxima aquí, ya que al ser un campo de especialidad, debemos apoyarnos en un experto. Si lo ponemos de nuestra parte, podemos prevenir este tipo de afecciones y garantizarnos una vida saludable y prolongada.