Lo creas o no, una nariz que moquea puede ser algo bueno. Es la manera que tiene el cuerpo de deshacerse de los gérmenes. Pero cuando el bebé tiene demasiada mucosidad en la nariz o los senos paranasales, el cuadro puede ser muy molesto y doloroso para el bebé. Aquí te damos algunos remedios caseros, para que puedas ayudarlo.

1 . Trata con gotas de solución salina

Prueba con una solución salina, esta ayuda a diluir el moco. Pon unas gotas en cada orificio y luego usa un extractor nasal para eliminar el exceso de mucosidad. Repite estos pasos las veces que sea necesario.
Este método suele funcionar mejor con los bebés menores de 6 meses, ya que los bebés mayores pueden ser muy quisquillosos con el extractor.

2 . Retira el moco

A veces, el moco se endurece y crea una masa dura y pegajosa alrededor de la nariz de tu bebé. Esto puede hacer que se sienta incómodo. Para limpiar de forma segura su nariz, moja un algodón con agua tibia y frota suavemente la zona.

3 . Vaporizar

Coloca un humidificador en la habitación de tu bebé para darle humedad al aire. Esta le ayuda a descongestionar las fosas nasales. Sólo asegúrate de limpiar el humidificador regularmente para que no aparezca moho en su interior. Puedes obtener el mismo efecto con un baño de vapor.

4 . Dale palmaditas

Palmaditas suaves en la espalda de tu bebé puede ayudar a aliviar la congestión del pecho. Pon a tu bebé boca abajo sobre tus rodillas y golpea suavemente su espalda con la mano ahuecada. Las palmaditas pueden ayudar a aflojar el moco en el pecho. O siéntatelo en tu regazo, con el cuerpo inclinado hacia delante unos 30 grados y acaríciale la espalda.

5 . Utiliza Vapor Rub

Un masaje de vapor en el pecho antes de dormir puede ayudar. Un estudio demostró que el vapor rub con mentol, alcanfor y aceite de eucalipto alivia efectivamente la nariz y la congestión en el pecho y ayuda a los niños a dormir mejor. Pero ojo, el Vapor Rub hecho con alcanfor no es seguro para los niños menores de 2 años. Y si lo usas en niños de más de 2, asegúrate de seguir las instrucciones de la etiqueta.

6 . Saber cuándo esperar

No toda congestión o secreción nasal necesita tratamiento. Si no le molesta a tu bebé, no tienes que hacer nada. Si tu pequeño está activo, come y bebe normalmente, está bien esperar y ver. Si la congestión o secreción nasal comienza a afectar la actividad de tu hijo, solo entonces es buena idea interferir.
No le des medicinas para la tos o resfrío si tu niño tiene menos de 4 años. Mejor habla con tu médico, el te dirá que es lo más recomendable.

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