Deja el maíz ablandándose en agua por alrededor de 8 horas o una noche antes de empezar a cocinarlo.
En una olla grande agrega el agua, la cal y el maíz. Mezcla bien y déjalo hervir por 30 minutos a fuego alto. Retira del fuego y déjalo enfriar. Escúrrelo y enjuágalo mientras lo tallas para que la piel se le vaya cayendo. Sigue enjuagando y tallando hasta que el agua salga clara.
Descabeza el maíz y enjuágalo de nuevo para eliminar la cal que pudo haber dejado la cabeza.