En una olla ponemos a hervir los chiles, 1 ajo y la mitad de la cebolla y agua suficiente para cubrir. En otra olla agregamos los ejotes, agua, hasta cubrir los ejotes, sal, pimienta, 1 ajo, la mitad restante de la cebolla y hervimos.
Cuando el chile se enternezca y el agua haya reducido, apagamos el fuego y dejamos reposar y enfriar un poco para después licuar todo el contenido. Reservamos.
Cuando los ejotes se hayan enternecido, apagamos el fuego y los escurrimos. En una sartén caliente a fuego suave con aceite ponemos a freír el diente de ajo picado, el puñito de cebolla y el chile colorado. El chile colorado vamos a ir agregándolo poco a poco, con un colador para eliminar el bagazo.
En un poco de agua caliente disolvemos la harina para que no se nos hagan grumos y cuando esté lista la incorporamos al sartén junto con el ejote y mezclamos muy bien. Dejamos hervir hasta que reduzca un poco.
Para servir lo podemos hacer con un poco de queso fresco, tortilla de maíz y unas cucharaditas de frijoles.