Pelamos las papas y las cortamos en delgadas dirás para formar las papitas. En un plato hondo vertemos la clara de un huevo sazonamos con sal y batimos muy bien hasta que aparezca una espuma leve en la superficie.
Una vez terminado el paso anterior, pasamos las papas a un recipiente grande donde incorporaremos también el huevo y mezclamos bien.
Precalienta el horno a 220 grados centígrados y cubre con papel encerado una bandeja y coloca las papas muy bien extendidas de manera que todas reciban el mismo calor y que no estén encimadas.
Hornea por 10 minutos, saca la bandeja, retira el papel encerado, recoloca de igual manera las papas y vuelve a hornear. Es importante que cada 10 minutos las muevas para que se cocinen bien por todos lados. Sabrás que están listas cuando estén doraditas o hayan pasado aproximadamente 35 minutos. Las sacas y se les agrega un poco de sal.