En una olla ponemos a calentar la leche, la canela y las dos cucharaditas. Vierte toda la leche pero reserva un poco para después. Movemos constantemente por que la leche se pega muy fácilmente. Retiramos del fuego una vez que rompa el primer hervor.
En un recipiente vertemos la leche que reservamos e incorporamos la maicena. Mezclamos muy bien hasta que no queden grumos. Reservamos.
En un tazón grande incorpora las yemas de huevo y el azúcar. Bate bien a mano con un globo de cocina por un minuto y agrega poco a poco la leche con maicena sin dejar de mezclar.
Retira de la olla con leche la canela y agrega la leche que contiene poco a poco en el tazón con los huevos. Debes ir agregándola poco a poco mientras continúas mezclando, ya que si no lo haces así el huevo se puede cocer.
Una vez todo mezclado regresas todo a la olla a fuego bajo. Mueve continuamente por 6 minutos o hasta que tenga consistencia cremosa. Es muy importante no dejar de mover para que no se pegue. Apaga el fuego y mientras sigues moviendo incorpora la mantequilla. Verte la crema en un recipiente, déjala reposar y una vez que se enfríe, consérvala en el refrigerador.