En una sartén previamente calentada a fuego medio, agregamos aceite de 3 cucharadas de oliva, dejamos que tome temperatura el aceite y agregamos la cebolla y el ajo. Freímos por alrededor de 3 minutos y agregamos el chile morrón.
Cuando la cebolla se haya trasparentado y el chile morrón esté tierno, agregamos la carne molida a la sartén, la manzana, mezclamos bien y salpimentamos. Mientras esperamos a que la carne esté lista, ponemos el pan en un recipiente pequeño junto con la leche para que se impregne y una vez que la carne se haya cocido perfectamente añadimos el pan, las nueces, los dátiles, mezclamos bien, retiramos del fuego y reservamos.
Salpimentamos el interior del pollo e introducimos la carne que cocinamos previamente. Una vez hecho esto, puedes amarrar el pollo para que no se salga el relleno y sea mucho más fácil su manipulación.
En un recipiente pequeño agregamos el jugo del medio limón, el romero, y el chile en polvo. Mezclamos bien y cuando estén bien integrados todos los ingredientes agregamos 4 cucharadas de aceite de oliva. Mezclamos con un globo de cocina batimos bien.
En un recipiente grande para horno ponemos el pollo, lo salpimentamos bien y lo bañamos de la salsa que preparamos previamente. Agregamos en el fondo el vino blanco y lo metemos un horno precalentado a 200 grados por 80 minutos. Es conveniente también sacar el pollo de vez en cuando y bañarlo con el líquido que tiene de bajo para que no se seque.
Sacamos el pollo del horno y vertemos el líquido restante en u cazo y en una taza o recipiente pequeño mezclamos la Maizena con un poco de agua fría. Calentamos el líquido a fuego medio y una vez que hierva subimos a fuego alto y agregamos el agua con Maizena. Movemos constantemente hasta que espese. Retiramos del fuego y servimos el pollo bañado con la salsa.