Empezamos cortando los tomates en rebanadas de aproximadamente medio centímetro. Una vez cortados los colocamos en un plato para botanas, salpimentamos y esparcimos un poco de ajo en polvo, perejil, orégano y vertimos un poco de aceite de oliva encima.
Es buena al terminar de prepararlos dejar reposar un rato y no comerlos inmediatamente para que los sabores se integren un poco mejor.